Se propone un edificio de Planta Baja + 5 Plantas Piso que, teniendo en cuenta la topografía y el entorno urbano donde se encuentra, proyecta 68 viviendas repartidas entre tres escaleras (comunidades).

A nivel constructivo, el conjunto edificado parte de un sistema de módulos estructurales formados por pórticos de madera laminada y paneles de madera contralaminada (CLT), que facilitan la construcción, la agregación de módulos y la flexibilidad de distribución de los interiores. Tanto los materiales, como los sistemas constructivos propuestos, están pensados para cumplir con los estándares energéticos y ambientales requeridos, así como en la sostenibilidad económica de la propuesta y la facilidad de mantenimiento y reutilización/rehabilitación a lo largo de la vida útil del edificio.

Además de la reducción de energía propia del proceso constructivo del edificio, el proyecto se diseña pensando en la reducción de la demanda energética necesaria para garantizar el confort de los espacios habitables, combinando un buen sistema de aislamientos exteriores, la ventilación cruzada natural y el aprovechamiento y control máximo de la radiación solar. La utilización de galerías como espacios tipos invernadero permite crear una “doble piel” que facilita el calentamiento pasivo en invierno, y el enfriamiento en verano, actuando como un umbráculo a través de persianas enrollables.

Las viviendas resultantes están compuestas por seis estancias flexibles, interconectadas a voluntad mediante puertas y tabiques correderos, capaces de acoger múltiples usos e incorporando los posibles cambios de programa a lo largo del tiempo según los deseos y necesidades de su habitante. El encadenamiento de piezas ofrece, en las dos crujías de cada vivienda, tener fachadas opuestas (o en esquina), permitiendo la ventilación cruzada y la correcta iluminación de las estancias interiores. El núcleo central de cada vivienda acoge las zonas de cocinas, baños y calderas. 


En cuanto al diseño de los espacios comunes, se parte de un mismo patio comunitario – distribuidor, que da acceso a los tres núcleos de escala. Se proyectan toda una serie de galerías comunitarias, tipos umbráculo, pensadas cómo espacios semipúblicos, relacionadas con el patio inferior, y permitiendo una mejor interacción y socialización entre los usuarios de la comunidad.

A nivel de Planta Baja, se disponen ocho viviendas, tres de ellas adaptadas. Estas viviendas disponen de un pequeño espacio exterior privado en las dos orientaciones. El programa de viviendas se complementa con un local para bicicletas, vestíbulos y espacios de dotación comunitaria. Se plantea como una planta baja abierta, creando una continuidad entre los dos accesos a través de rampas adaptadas y escalas, permitiendo una gran libertad de movimiento a los usuarios. También se busca dar continuidad a la vegetación del entorno dentro del conjunto mediante espacios de ajardinamiento interiores, siempre con vegetación autóctona de poca necesidad de riego.

La propuesta incluye también dos plantas sótano escalonadas, resueltas a través de rampas internas.